!LA VIDA ES BELLA!
La actitud frente a la vida es decisiva para vivir bien. Hay gente que carga desde la infancia con una actitud negativa que avanza por el mundo, como los grafiteros, pintando de negro todas las paredes de la vida. Todo les cae mal: su familia, los amigos, el clima, todo. Viven de un humor negro y tienen el mal gusto de contagiarlo a los demás. ¡Qué lástima! Le ven el lado negativo a todo. Se levantan de mal humor y llegan al trabajo con cara de mal sueño: ni saludan a los colegas, ni les interesa el vecino para nada, fuera de dañarle la vida.
Seamos sinceros: a uno le toca trabajar con lo que recibió y de uno depende hacer la vida bella o de color negro y sabor a estiércol. Uno fabrica su vida, uno le da color, la actitud es decisiva.
Quien cultiva una actitud positiva encuentra trabajo y lo conserva, le rinde el sueldo para todo, vive de cara alegre y todo le sale bien.
No así al pesimista: a este todo le sale mal, porque tiene el mal gusto de echarle hiel a todo.
La forma de amanecer es definitiva para el resto del día: influye en todo. Si se siente mal, ponga orden en su interior antes de salir al mercado de la vida, no salga a repartir mal genio y a vender mal humor.
Le aconsejo: sea creyente o no -todos en el fondo somos creyentes-, comience el día con una breve oración al Señor de la Vida. Dígale buenos días, Amo. Pídale un corazón abierto y positivo, y encomiéndele todo: pídale que le enseñe a sonreír, aun ante enemigos y adversidades, y verá cómo, a la larga, la oración funciona. Algo parecido debe hacer al final del día: antes de entregarse al sueño, reconozca las faltas que haya cometido, pídale perdón, dele gracias por todo y cobíjese con su amor: verá cómo duerme de bien.
A Mahatma Gandhi le preguntaron cuáles son los factores que destruyen al ser humano. Y respondió, dando unas pautas muy sabias que me hizo llegar un buen amigo:
"La política sin principios, el placer sin compromiso, la riqueza sin trabajo, la sabiduría sin carácter, los negocios sin moral, la ciencia sin humanidad, la oración sin caridad. La vida me ha enseñado que la gente es amable: que las personas están tristes, si estoy triste; que todos me quieren si yo los quiero; que todos son malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; y amargas, si estoy amargado. Que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es de mal genio, si yo lo soy; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido. La vida es como un espejo: si sonrío, el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida es la misma que la vida toma frente a mí. El que quiera ser amado, que ame". ¡Genial!
Y para completar el cuadro, le repito lo que dijo Peter Tarlow, experto en atraer turistas, a propósito de nuestros noticieros: "Hay que hacer cosas positivas para reemplazar la percepción negativa. Hoy veía un noticiero de la TV colombiana y era una cosa negativa tras otra. Tuve miedo de salir a la calle. Yo sé que eso vende, pero también destruye".
Tiene toda la razón nuestro ilustre visitante: los noticieros espantan a los turistas y destruyen el psiquismo de los niños. Buen padre de familia es el que prohíbe a sus hijos ver "morticieros", como los llamé en una columna, de hace unos cuantos meses, que tuvo unánime acogida.
Resumiendo: si quiere vivir de capa caída y con el ánimo por el suelo, acostúmbrese a ver noticieros. Para estar bien informado basta con una buena revista y un buen periódico.
Para vivir contento, fomente la actitud positiva y vuelva a leer las pautas de Gandhi: ¡la vida es bella!
Alfonso Llano Escobar, S. J.
cenalbe@javeriana.edu.co
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