Blogia
INSTITUCION EDUCATIVA SANTA TERESITA CHINCHINA

LA TOLERANCIA NOS URGE…

LA TOLERANCIA NOS URGE…

El momento social en que nos encontramos nos pide con urgencia hacer un alto en el transcurrir de nuestras vidas y preguntarnos porqué tantos episodios violentos, porqué ante cualquier pequeño roce con otra persona reaccionamos con agresión verbal o de hecho; porqué tanta crítica, tantos gestos de rechazo, tanta vulgaridad para dirigirnos a los demás, porqué a partir de cualquier situación, por pequeña que sea, asumimos una actitud y reacción de intolerancia y se inicia toda una cadena de violencia que sabemos donde se inicia pero no donde termina y que desafortunadamente, en muchas ocasiones, va creciendo e involucrando familias, instituciones, comunidades completas. Permanentemente actuamos a la defensiva, parece que el mundo todo fuera enemigo nuestro y nos estuviera atacando.

Es urgente preguntarnos si la manera como se están asumiendo las dificultades o problemas que tenemos con nuestros familiares, compañeros o cualquier otra persona es la adecuada, si la violencia que de manera directa o indirecta estamos generando en nuestros espacios  familiares, escolares, sociales sean los propicios para crecer como personas de bien,  personas en camino de realización, personas felices como debe ser nuestra razón de ser y estar en este universo hecho para cada uno y para todos. Universo que empieza en el hogar, y se va desarrollando la institución educativa, en la calle…

Debemos ser conscientes de que la manera en que se asimile la vida en lo personal, familiar y social se refleja en la forma de respetar a quienes son o actúan diferente. Es preciso recordar que cada persona es única e irrepetible por lo tanto, no podemos pretender que las otras personas actúen como nosotros.

Para ser tolerantes debemos practicar permanentemente el valor del respeto; respetar las decisiones, opiniones o actitudes de los demás, esto es primordial para cultivar la tolerancia. Para ser respetado y aceptado dentro  de la sociedad, es necesario tratar a los demás como queremos ser tratados. Toda persona merece respeto y para ser dignos de respeto debemos primero respetar.

El respeto a los demás con todo lo que implica su entorno social, es sinónimo de tolerancia, es decir, la aceptación de uno mismo y de los otros sin distinción alguna. En otras palabras, la tolerancia es la virtud de permitir o aceptar a las personas con su capacidad de ejercer cualquier clase de acción, preferencia y/o creencia aun cuando sean incompatibles a las que cada uno está acostumbrado.

En muy preocupante constatar que de manera muy desafortunada la violencia de nuestro entorno socio-político se nos metió en la Escuela y necesitamos cada día formar a nuestros niños, niñas y jóvenes como constructores de paz desde el ámbito escolar. Necesitamos contribuir a la transformación de los conflictos, pues no podemos continuar propiciando espacios de formación en nuestra niñez y juventud, más para la competencia que para la convivencia.

Nos urge desarticular la violencia, formando en valores de respeto, perdón, reconciliación y paz, así como en la construcción de sociedad, pues son múltiples “las violencias de la violencia escolar” entre estudiantes, entre maestros y estudiantes y viceversa y por supuesto de la escuela hacia la familia.

Nos compete pensar en la vida que se mueve en los ambientes escolares pues en ellos no todo se vale; es procedente analizar conductas inadecuadas en contexto estudiantil  y  entrenar a los niños, niñas y jóvenes en las habilidades sociales y culturales para el respeto a la vida. Este trabajo debe ser permanente en la familia e ir muy integrado al trabajo formativo que se proyecta desde la institución educativa donde todo se encamina a formar niños, niñas y jóvenes que puedan realizarse en un mundo que les exige cimientos fuertes en valores que sólo podrán adquirir sin son explicitados en todos y cada uno de los espacios en que se desarrolla su transcurrir diario. 

Aprovecho este espacio para hacer un llamado muy especial a todos y cada uno, cada una, muy especialmente a estudiantes, padres y madres de familia, administrativos, directivas, docentes y comunidad en general a ser constructores de tolerancia, de respeto, de gestos de  paz que propicien una convivencia agradable, tolerante, respetuosa y podamos así hacer vida en lo cotidiano uno de nuestros lemas “hacia un mundo mejor” construido desde lo concreto de cada día. La paz, el respeto, la tolerancia no se construye sólo de palabras sino con lo más importantes con hechos concretos. Todos somos formadores por lo tanto sigamos el ejemplo del Maestro del Amor, del Respeto, de la Paz: Jesús de Nazaret. Hagamos primero lo que queremos enseñar a otros y complemento en la temática descrita en este artículo, no esperamos que los otros actúen como nosotros queremos. Trata a los demás como quieres ser tratado o tratada. SEAMOS CONSTRUCTORES DE AMOR, PAZ Y RESPETO.

Hna. Ana Libia Herrera Gutiérrez

Rectora

0 comentarios